Las comunidades rurales en México enfrentan desafíos significativos en el acceso a subsidios de vivienda, incluyendo la falta de infraestructura y la desinformación. Sin embargo, estas ayudas representan oportunidades valiosas para mejorar la calidad de vida, fomentar el desarrollo local y fortalecer el tejido social a través de la colaboración y el empoderamiento.